Alvaro Rufiner y Rodrigo Mujico. 
Mariano Stolkiner, Maria Milessi y Pedro Riva.
Carlos Eduardo Spindola, Maria Milessi y Pedro Riva.
Carlos Eduardo Spindola y Ana Livingston. 
Rodrigo Mujico, Carlos Eduardo Spindola, Maria Milessi, Mariano Stolkiner y Pedro Riva.Las fotos estan realizadas por Guido Piotrkowsky el dia del reestreno en el teatro La Tertulia.
--------------------------------------------------------------------Las siguientes criticas y notas corresponden al periodo Septiembre de 2007/ Mayo de 2008, funciones realizadas en el teatro "El gato viejo", atelier de Carlos Regazzoni.
Encargados de prensa: Simkin y Franco.
LA NACION:
Nuestra opinión: Muy Buena.
INTENSA RECREACION DE UNA PIEZA DE SARAH KANE.
Asistir a la representación de Cleansed en Buenos Aires, el nuevo texto de Sarah Kane que se da a conocer entre nosotros, es verdaderamente una experiencia singular. Resulta muy difícil contarle al lector cómo comienza porque, entonces, buena parte de la carga con la que se llega al espacio propiamente dicho de la representación será develado y le quita algo de la inquietud que es necesario tener para poder entrar en el mundo que el director Mariano Stolkiner ha creado para la ocasión. Sólo unos datos entonces: se recibe al público con pan y mate cocido, se lo traslada en un colectivo hasta un galpón particular, el ingreso es muy sombrío, se ve y se siente el espectáculo y luego se sale atravesando el taller del plástico Carlos Regazzoni. Sus pinturas y esculturas aportan un marco especial, a no dudarlo, y esto puede ampliarse con alguna sorpresa. Cleansed resulta una obra muy abierta, construida de fragmentos, de pequeñas situaciones, casi salvajemente delineadas, en las que no importa tanto lo que se dice sino cómo el cuerpo es modificado por un vestuario, agredido por golpes o instrumentos cortantes, invadido por drogas, inquietado por una imagen sexualmente potente y hasta, definitivamente, aquietado por una soga al cuello. El recorrido por estas situaciones es insostenible por momentos, pero lo más atractivo (y resulta difícil utilizar la palabra atractivo) es que en más de una situación se observa una relación de afecto muy potente o de amor o de necesidad meramente sexual. El cuerpo pide pero es maltratado, negado, destruido, según el caso. Sarah Kane ubica la acción de su obra dentro del ámbito universitario. Es llamativo que en ese espacio en el que los cuerpos de los jóvenes y también sus ideales se desarrollan, la autora muestre que nada es posible. Más llamativo resulta el tratamiento espacial que propone el director local Mariano Stolkiner. Introduce a actores y espectadores en un submundo clandestino difícil de asir, por momentos, y los/nos hace enfrentar a esa dolorosa y terrible realidad en la que hombres y mujeres, heterosexuales y homosexuales, ven sangrar sus cuerpos mientras sus sexos pierden todo valor. No hay género que pueda resistir tanta devastación y, cuando sale el sol, cuando asoma algo de claridad, lo que queda es una resaca tan degradada que, seguramente, ni siquiera puede servir de comida de una rata. Es sumamente creativo y potente el dispositivo escénico concebido por el director y que le permite resolver con agilidad cada momento de la pieza y, algo destacable, nunca entorpece la presencia de esos personajes tan elocuentes. En lo actoral, algo más de intensidad en la carga de esas conductas puede fortalecer y hacer crecer más a esas criaturas, aunque sin dudas no es fácil meterse en esos mundos y salir airoso. Respirar el aire de esos personajes es un fuerte desafío y estos actores, de a poco, lo van logrando. Este montaje de Cleansed es sumamente inquietante, desde el comienzo al fin de la experiencia. Captura y desarrolla con suma profundidad el mundo de Sarah Kane y lo devela provocadoramente. Espectadores temerosos, impresionables o claustrofóbicos, abstenerse.
CARLOS PACHECO.http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=959077REVISTA VEINTITRES:
Calificación: Buena.
ATRAPADOS SIN SALIDA.
Desde que el espectador llega a la boletería y es trasladado en colectivo hasta la sala, ya empieza el juego de contar sin contar. Se instala desde un principio la idea de encierro y desolación que marca toda la obra. En un espacio totalmente diferente a un teatro convencional como lo es el atelier de Carlos Regazzoni, y con una puesta también poco convencional, se presenta Cleansed, de Sarah Kane, traducida por Mónica Koller y dirigida por Mariano Stolkiner. El sentirse atrapado, lo que eso produce, el amar y ser amado, las relaciones, los genocidios, las mentiras, las torturas son sólo algunos de los temas que toca la pieza de Kane (Crave, Psicosis 4:48, Aniquilados).
Con una puesta – también de Stolkiner – más que interesante, el espacio está resuelto de una manera muy acertada y resulta tan importante como el texto en sí, ya que la idea de constante mutación también cuenta. La obra se desarrolla en una universidad – que es claramente un campo de concentración – donde se van contando historias de todo tipo con una cantidad de recursos utilizados al máximo.
Por momentos se torna demasiado explícita, pero como la propia Kane aclaró, en esta obra trató de estirar el lenguaje teatral y lograr que cada línea tenga más de un significado. Esta es la cuarta de sus cinco piezas que se estrena en Buenos Aires de esta autora londinense que se suicidó a los 28 años en un psiquiátrico , y a la que se considera como la heredera de Samuel Beckett. “Pueden quitarte la vida pero no darte la muerte a cambio”, sentencia un personaje en uno de los ámbitos de esta institución, y lo que dice se ve y se presiente a lo largo de la hora y veinte que dura la obra.
BRENDA FONTAN.
LA PRENSA:
"CLEANSED" DE SARAH KANE EN UNA CURIOSA PUESTA EN ESCENA DE STOLKINER
Una travesía hacia el dolor
El cuerpo de los actores, expuesto a la fragmentación y la mutilación.
En el último tiempo los directores locales han descubierto una particular fascinación por la obra de la autora inglesa Sarah Kane, nacida en 1971 y que se suicidó a los veintiocho años.Desde "4.48 Psicosis", la primera de las obras siyas que se conocieron, con una magistral interpretación de Leonor Manso a esta puesta del director, y adaptador Mariano Stolkiner, puede decirse que la dramaturgia de Kane ha logrado resplandecer en trabajos locales, en los que de algún modo parece haber una identificación con su universo sombrío y lúcido que ella expuso en sus piezas. "Cleansed" se dice fue escrita dos años antes de que Kane dejara este mundo y en sus situaciones a pesar del oscuro laberinto por el que obliga a internarse al espectador, se percibe todavía un halo de esperanza frente a la existencia, frente a la vida.
OBJETO DE ESTUDIO
En esta pieza como en "4.48 Psicosis" Kane desnuda los entretelones de una posible clínica, un hospicio, aunque en realidad a lo que se alude en la pieza, es a una muy "extraña" universidad, en la que se expone al ser humano a objeto de estudio, de humillaciones, de tortura y de muerte. En este caso el espacio juega el papel de una metáfora, en la que Kane hace referencia a ese tortuoso calvario de drogas y sufrimiento en que se convirtió su vida desde que fue internada en un neuropsiquiátrico.La pieza de Kane hace referencia a una joven que busca a su hermano muerto en circunstancias no claras. Tiene personajes como un siniestro y perverso médico que oficia de torturador y varias víctimas, que antes de sus minutos finales, se deslizan como por un tobogán siniestro hacia zonas que remiten a la infancia, a la desolación, a una especie de "vaciamiento" interior en el que parece que ya no se espera nada de la vida. Sin embrgo a pesar de eso, Kane, en esta pieza también deja una puerta entreabierta, en la que cada uno, a su manera parece querer acceder al amor, como un salvavidas a tanto sufrimiento en vano.
LA DIRECCION
El director Mariano Stolkiner y su equipo apeló a que el público que asista a las funciones realice, igual que los personajes "un viaje" hacia sus propias y oscuras zonas interiores. Por eso es acertado todo el trayecto que se hace desde que se adquiere el ticket para entrar hasta que se pasa a la pequeña sala, ubicada en uno de los ángulos, del taller del plástico Carlos Regazzoni.En ese trayecto el espectador vivirá el sorpresivo contraste de visualizar grandes edificios y autopistas, mientras se va internando en un laberinto oscuro, precario e industrial, que lo conducirá al reducido lugar de la representación.Como en un juego de cajas chinas, Stolkiner y sus actores -muy comprometidos todos con el objetivo de la pieza- van desarrollando cada secuencia, con un ritmo de sesgo cinematográfico. Entre los logros de este montaje se destaca el tratamiento que del cuerpo de sus actores consiguió Stolkiner, al considerar a éste simplemente como una materia, despojada de sentimientos. Desde ese punto de vista esos cuerpos son mutilados, fragmentados y sin embargo a pesar de eso, parecen esconder una oculta lucidez, un estado de amor que roza una extraña y ancestral pureza.
JUAN CARLOS FONTANA.
LOS INROCKUPTIBLES:Otra obra de Sarah Kane llega a Buenos Aires en pocos años. Las obsesiones y la mirada despiadada de la autora inglesa hacen foco en el encierro de un campus universitario.
La obra de Sarah Kane es tal vez uno de los últimos descubrimientos por parte de la escena local del teatro europeo. Con algunos años de demora llegó a nuestros escenarios la dramaturgia de esta autora inglesa, nacida en 1971, de la mano de Luciano Cáceres con 4.48 Psicosis y Cristian Drutt con Crave (después fue el turno de Leonor Manso con Devastados).
“Mujer bajo influencia”, en coqueteo permanente con la locura y los tratamientos psiquiátricos, Kane se suicidó a los veintiocho años, dejando cinco obras, un par de artículos y un breve guión televisivo en los que su mirada apunta con crudeza a la humanidad; la muerte es un visitante cercano de sus dramas, y por momentos puede llegar a ser un alivio. En Cleansed (en español, algo así como “purificados”), los protagonistas son un grupo de jóvenes en una universidad, en diversas áreas dentro del perímetro de la misma. Esta forma de nombrar el lugar, “dentro de la línea del perímetro”, es una de las marcas más reiteradas del texto y apunta al sentido carcelario del campus.
Mariano Stolkiner realizó una puesta verdaderamente interesante para un texto hoy día no demasiado novedoso en lo formal. En principio, el sitio elegido: el Teatro Ferroviario “El gato viejo”, es el atelier de Carlos Regazzoni, a un costado de la estación de trenes de Retiro. El espectador es llevado en un colectivo totalmente cerrado; una vez allí descenderá y será introducido en un galpón únicamente iluminado por la linterna del acomodador. Todo esto genera un primer contacto con el texto sumamente propicio. Una vez en la sala se verán los diferentes cuadros, todos introducidos por carteles luminosos que informan sobre el lugar, los personajes, la acción y el clima. Pequeños cubículos rodantes irán conformando los distintos ámbitos escénicos, dinamizando la propuesta, mientras que las actuaciones tienen una intensidad exactamente inversa, para representar este universo en el que el amor es el gran anhelo al que no se llega.
FEDERICO IRAZÁBAL.
LEEDOR:
Intensidad Sarah Kane de la más pura.
La mirada de Mariano Stolkiner en la dirección y una excelente labor de sus actrices y actores nos ofrece una comprensión profunda del universo Kane. Un espacio muy bien trabajado, dividido en boxes que se combinan y subdividen durante un instante, para volver a desarmarse y rearmarse como fractales. Allí, es esos cubículos de realidad, los personajes se mueven como células en un microscopio y el sentido se reconstruye y se recombina en múltiples puntos de fuga.Esta fragmentación y la falta de niveles jerárquicos entre todos los pedazos de cristal que explotan por el aire es una característica que acompaña muy bien la propuesta original del texto, que de por sí es un rara avis de altísimo valor poético dentro del teatro posmoderno. Un letrero luminoso nos marca las ubicaciones de las escenas entre actos, y nos acentúa la sensación esquizoide de toda la obra. Estamos en un universo desquiciado, una universidad / campo de concentración / centro de experimentación donde los jóvenes son sostenidos, mutilados, reeducados, controlados y abusados de manera sistemática. En este rompecabezas los seres son tan fugaces como su autora. La búsqueda de todos ellos pasa por el amor, la soledad, la afirmación del cuerpo propio, el desencuentro y la tensión entre la vida y la muerte.Cleansed es la tercera obra de Sarah Kane (Inglaterra, 1971-1999), estrenada en el teatro Royal Court Theatre de Londres, el 30 de abril de 1998. La autora dice sobre ella que quiso estirar el lenguaje teatral. Como dramaturga irrumpe la escena del teatro inglés para dejar su huella, escribiendo obras de multiples sentidos donde el texto queda anclado en la más pura existencia de la contemporaneidad.Totalmente recomendable, casi diríamos imperdible, para vivir una experiencia visual que nos agita desde la palabra y la imagen de un modo intrincado, como pocas veces se ve en nuestros teatros.
KEKENA CORVALAN.
http://www.leedor.com/notas/2324---cleansed.htmlCASTING PORTEÑA:
Un recorrido por la oscuridad
El universo de Sarah Kane es de por si bastante particular, su estilo de escritura descarnado refleja un mundo sombrío del que no hay vuelta atrás.
Su trágico final a los veintiocho años, condice con el espíritu de sus textos, donde el suicidio está latente en cada una de sus creaciones.
Cleansed (Purificado), escrita en 1998,se desarrolla en una universidad / campo de concentracion con episodios en la habitación blanca (el psiquiatrico), en la habitación roja (el gimnasio),en la habitación negra (las duchas /peep show) etc. Condensa varias historias donde diversos tipos de amor se ven frustrados, pero en realidad no es la historia lo que está en primer lugar, sino lo que cada situación logra provocar en el espectador.
Dice su autora: "Casi cada lίnea de Purificado (Cleansed) tiene más de un significado... Quise estirar el lenguaje teatral".
En esta oportunidad se presenta en Buenos Aires, la primera versión de Cleansed en español, bajo la dirección de Mariano Stolkiner, y con un elenco compuesto por Carlos Eduardo Spindola, Hernán Catvin, Sebastián Pajoni, Gustavo Antieco, Rodrigo Mujico, Maria Milessi, Pedro Riva y Ana Livingston, quienes sostienen impecablemente un interesante trabajo actoral. El lugar elegido es a la vez poco convencional, el Teatro Ferroviario “El Gato Viejo”, donde funciona el Atellier de Carlos Regazzoni, ubicado en la zona de Retiro.
Para este nuevo espectáculo, Stolkiner ha utilizado el espacio formando una especie de caja negra de donde los actores no pueden salir, la puesta busca así un encuentro con la desolación y el encierro de cada personajes, y al mismo tiempo con el mundo interno de cada espectador. Las luces también apoyan un clima lúgubre de gran tensión dramática y opresión.
En cuanto a la elección estética en cada elemento de la puesta se mantiene el espíritu dark de la obra, con algunos quiebres como la incorporación de recursos musicales, que logran descolocar potenciando el contraste de las situaciones .
La violencia y la muerte son dos constantes que revelan el contexto autodestructivo de la posmodernidad en la cual estamos inmersos. Personajes desbordados nos introducen así en un universo de martirio y desesperación. El juego escénico comienza desde la entrada al lugar, donde se prepara un viaje hacia una cruda ficción con innumerables capas de sentido.
Kane dice "los actos de violencia ocurren normalmente en la vida, y no tienen mayor trascendencia y sin embargo son horribles. Esί es como es en las obras".
EVA MARARAZZO.
http://www.castingportena.com.ar/notas/rev/sec06ant.asp?id=625GEOTEATRAL:
Comenzar la opinión de un espectaculo con un adjetivo calificativo, tengo la sensación que hace perder objetividad al relato que sigue, pero las primeras palabras que aparece al tratar de dar una opinion sobre este espectáculo es: provocador e inquietante.
Al espectador se lo lleva lentamente, desde que llega a la boletería del teatro, al mundo que construyó el director, Mariano Stolkiner, para el texto de Sarah Kane.
Podemos pensar que Stolkiner propone cuatro grandes anclajes en su propuesta: la recepción, el viaje, la obra propiamente dicha y la salida.
El recorrido por las dos primeras instancias (la recepción y el viaje) situan, al especador, para poder meterse en el mundo de la obra propiamente dicha.
Lo que se ve, lo iluminado y lo velado, lo oculto, pero no por ello ausente, atraviesa el espectáculo.
Un dispositivo escenográfico construido por plataformas/boxes que, como piezas de un rompecabezas, mediante su articulación y desarticulación permite la construcción de diferentes espacios. Un letrero luminoso, donde encontramos una intertextualidad brechtiana, nos ubica en el espacio tiempo y nos devela teatralidad.
Los personajes que habitan este mundo atraviesan encuentros y desencuentros, amor, desamor, soledad, tortura, desprecio, violencia real y simbólica, abusos, humillación, mutilación de sus cuerpos hasta llegar a la muerte. Para este tránsito, el director propone a su elenco un similar y parejo código de actuación, funcional al espectáculo.
El mundo sonoro acompaña y provoca a la acción del escenario.Una nueva provocación se le propone al espectador al finalizar esta tercer etapa y cuando este cree que todo a terminado aun hay más, la salida atravesando el taller del plástico Carlos Regazzoni donde sus obras dan un marco especial al cierre, ahora si del espectáculo.
GUSTAVO ARMAS.
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